Llega el momento del año en el que finalizan los sorteos de las grandes pruebas. Nuestros objetivos parecían claros, ahora ya los tenemos confirmados.
Es ahora cuando hay que hacer una planificación a conciencia de la temporada.
Debemos priorizar entre las competiciones que hemos programado y clasificarlas en A, B o C.

Las tipo A serán nuestro gran objetivo y hacia donde enfocaremos el trabajo. En función de la distancia seleccionaremos no más de 4. Si se tratan de ultras, con 1 o 2 será suficiente si queremos disputarlas en nuestro mejor momento de forma.
Las pruebas B nos van a dar mucha información sobre nuestro estado de forma, como preparación específica para las pruebas A y como retroalimentación del trabajo realizado hasta el momento.
Las pruebas C no debemos menospreciarlas ya que van a ser entrenamientos de mucha calidad y específicos ya que cada vez que nos ponemos un dorsal rendimos al 100%.